No te puedes imaginar cuándo hice por primera vez este guiso de alcachofas con patatas, era yo adolescente cuando me metía en la cocina con mi madre a curiosear lo que se cocía por allí. Es cierto que este guiso lo hice en su receta original, con carne de cerdo, pero el resto es idéntico. Ahora que me estoy acostumbrando a comer menos carne y más verduras y pescado (como me enseñan mis profes de Nutrición) pensé recuperar esos sabores de antaño de los guisos pero limitando el consumo de grasas que nos aportan más calorías y favorecen el riesgo de enfermedades crónicas.
El sabor me dejó encantada, era igual que el guiso tradicional, salvo el color que aportaba la carne. Resultó ser más ligero y para que el plato sea más nutritivo, le añadí un puñado de arroz integral y la receta sencilla de alcachofas con patatas pasó a ser un plato más saludable y completo, perfecto para los que quieren bajar de peso, reducir colesterol, desintoxicar el hígado y ayudar a mantener los niveles de azúcar estables (diabéticos).
Las alcachofas son un excelente diurético, elimina la pesadez y acidez del estómago y disminuye el ácido clorhídrico. Contiene fibra, que retarda la absorción de nutrientes y facilita el tránsito intestinal. Tiene muy pocas calorías, por lo que es una buena opción para dietas de adelgazamiento. Las alcachofas tienen unas sustancias (esteroles) que ayudan a la absorción del colesterol en el intestino, y por otro lado, la cinarina, que además de proporcionar su sabor amargo, ayuda a aumentar la secreción biliar, regenerando las células del hígado.
Eso sí, en caso de que padezcas flatulencias o dispepsia (hinchazón), debido a la importante cantidad de fibra, puede resultarte útil tomar después de las comidas, infusiones que contribuyan a mejorar las digestiones como la manzanilla, el anís verde, el hinojo o la hierbabuena. Mejora bastante.
Vamos por la receta!
Ingredientes: (4 personas)
- 6 alcachofas
- 2 patatas grandes
- 2 zanahorias
- 1 tomate
- 2 dientes de ajo
- media cebolla
- 30-40 gr de arroz integral
- 1 vaso de vino blanco
- 2 vasos de caldo de verduras o agua
- una cucharada de tomillo
- 1 hoja de laurel
- limón
- sal y pimienta
Elaboración:
Para que las alcachofas no se oxiden, necesitamos limón o vinagre. Hay que frotarlas con limón si las vais a reservar o añadir un poco de zumo de limón en el agua de cocción. El contacto con el aire hace que se ennegrezcan rápidamente. Utilizad guantes para quitarles las hojas externas y partirlas en 4 trozos.
- Se pican los ajos y la cebolla muy finitos y se marean en una sartén hasta que estén blandos.
- Se añade el tomate troceado. Mezclamos bien.
- Mientras, se pelan las patatas y la zanahorias y se trocean.
- Se añade el caldo y el vaso de vino, el laurel, y cuando rompa a hervir se añade el resto: las patatas, las zanahorias y las alcachofas troceadas. Se salpimenta todo y se añade el tomillo. Dejamos hervir a fuego medio unos 30 minutos. Cuando queden 20 minutos, añadimos el arroz.
- Comprobamos la cocción de las patatas, que nos las que más tardan y listo.
Es un plato que se puede hacer de un día para otro, aunque como sabéis, no se debe congelar porque las patatas pierden su textura y no quedan bien al descongelarse.
Es muy rápida de hacer y las alcachofas dan un sabor especial a los guisos. No dejéis de probarla. Si queréis variarla, también podéis añadirle al final de la cocción en lugar del arroz, unos fideos cocidos, así lo convertís en un plato único.
Si te gustan las alcachofas, prueba también esta receta super sencilla.
Hay que ir aumentando las raciones de verduras en nuestros menús, y a veces pensamos que son aburridas y simplonas. A mí me pasa igual, por eso siempre ando investigando y combinando sabores. Iré subiendo cada semana más para tener otra forma sana de guisar con verduras. Besitos y hasta la próxima!!!
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