Alimentación y cáncer van de la mano. La diabetes no controlada, el sobrepeso y la obesidad, contribuyen en un 14-20% a la mortalidad relacionada con el cáncer. Prevenir la obesidad, previene el cáncer.
¿Qué sabemos del cáncer? El cáncer es una enfermedad genética provocada a una serie de cambios en los genes que controlan nuestras células, sobre todo, la forma en la que crecen y se dividen.
Los científicos afirman que para que el cáncer tenga lugar, tienen que producirse de cuatro a seis alteraciones genéticas celulares. Esto supone entonces que el organismo tiene que estar en contacto con factores de riesgo bastantes años. Ésta es la razón por la que el riesgo de tener cáncer aumenta con la edad.
CIFRAS:
El cuerpo humano está formado por trillones de células, el cáncer puede empezar en cualquier parte del cuerpo humano.
¿Cómo ocurre? Las células normales se dividen y mueren durante un periodo de tiempo programado. Sin embargo, en el cáncer este proceso ordenado se descontrola. La célula cancerosa o tumoral se hace cada vez mas “anormal” y pierde la capacidad para morir y se divide casi sin límite. Tal multiplicación en el número de células llega a formar unas masas, denominadas “tumores” o “neoplasias”, que en su expansión pueden destruir y sustituir a los tejidos normales.
¿Por qué ocurre? Los investigadores coinciden en una serie de factores que favorecen el cáncer, como la predisposición genética (aunque sólo un 5-7% de los cánceres se pueden considerar hereditarios; lo que se hereda no es la enfermedad, sino una mayor predisposición a que determinados genes muten), y en lo que están completamente de acuerdo es que siempre hay un factor externo que actúa sobre los genes y desencadena la mutación, por ejemplo: el tabaco, los rayos ultravioleta, consumo de sustancias tóxicas, alimentación inadecuada, etc. Y que pueden modificarse.
CIFRAS: Siguiendo la Encuesta Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad: el cáncer es la segunda causa de muerte en nuestro país, por detrás de las enfermedades cardiovasculares. El cáncer más presente en España es el de pulmón o aparato respiratorio, que supone unas 44 muertes por cada 100.000 habitantes. Después, el cáncer de mama, con casi 27 muertes por cada 100.000 habitantes.
PREVENCIÓN. La Organización Mundial de la Salud, OMS, asegura que un aproximadamente un 30% de los casos de cáncer se pueden evitar con hábitos de vida saludables: evitar el consumo de tabaco, reducir la dosis de alcohol, llevar una alimentación sana, hacer ejercicio, tomar el sol con precaución, etc
Según especialistas de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, SEEDO y la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM “aún queda mucho por investigar en la relación entre dieta y cáncer, pero es un hecho probado que determinados nutrientes funcionan de escudo protector contra numerosas enfermedades oncológicas y otros, sin embargo, favorecen su desarrollo o dificultan su tratamiento”.
En el último análisis realizado por 14 expertos internacionales convocados por la AIRC (American Institute for Cancer Research) y la WCRF (World Cancer Research Fund), que han trabajado durante 3 años analizando la relación existente entre la dieta y el cáncer, sus resultados son concluyentes: el riesgo de aparición de la enfermedad se puede reducir por medio de un patrón dietético saludable: incluir una elevada proporción de alimentos de origen vegetal, una disminución en la ingesta de carnes y alimentos ricos en grasa y el incremento de la actividad física.
Estamos rodeados de productos sintéticos, de alimentos cultivados con plaguicidas y fertilizantes, con una sobrexposición a aditivos alimentarios y un ambiente contaminado cada día más.
¿Qué puede hacer la alimentación como prevención del cáncer?
Nos dicen que un tumor maligno comienza por una alteración o mutación en el ADN celular, que puede llegar a un crecimiento incontrolado de la célula dañada y que puede terminar invadiendo los tejidos (angiogénesis).
Aunque ninguna dieta garantiza que no se vaya a padecer la enfermedad, sí se puede disminuir el riesgo de sufrirla.
Recomendaciones generales:
- Consumir al menos 5 raciones diarias de frutas, verduras y hortalizas. Y mejor piezas enteras que en zumo, para conservar sus propiedades. Los suplementos vitamínicos en forma de medicamentos no tienen los mismos beneficios que los alimentos. Según el Comité sobre Dieta, Nutrición y Cáncer del Consejo Nacional de Investigaciones de EE.UU., existen pruebas epidemiológicas que afirman que el consumo de ciertos vegetales que contienen unos compuestos químicos llamados glucosinatos, como la rúcula, el nabo, la col, el brócoli, la coliflor y la col de Bruselas, permite una reducción en la incidencia de cánceres, sobre todo de colon y estómago. Hay un dato nuevo de la Universidad de Ohio que ha publicado un estudio de los beneficios del licopeno en la prevención del cáncer. Los fitoquímicos como el licopeno, los betacarotenos, los flavonoides y el terpeno están presentes en frutas y verduras y actúan como antioxidantes e inhibidores de sustancias cancerígenas.
Flavonoides: en frutas, verduras, té verde, cacao y vino. |
Polifenoles: en frutas, verduras, nueces, aceitunas, azafrán y bayas. |
Licopeno: en el tomate, la calabaza, la sandía y el pomelo rojo. |
Betacarotenos: en las zanahorias, verduras de hoja verde, melocotón y melón. |
Indoles: en el brócoli y las coles. |
Terpenos: en las naranjas y los albaricoques. |
- Aumentar el consumo de fibra y cereales de grano entero, integrales y no refinados (pasta y arroz integral, quinoa, avena, etc). Aceleran el tránsito intestinal arrastrando las posibles sustancias cancerígenas del aparato digestivo e impiden su absorción. Se recomiendo el consumo de 20grs – 30 grs al día.
- Disminuir el consumo de carne rojas y procesadas (embutidos, hamburguesas, salchichas, comida rápida…). Las versiones “bajas en grasa” o “light” pueden afectar a la salud a largo plazo. Las grasas son las más estudiadas y de las que más pruebas se tienen de una asociación directa con cáncer intestinal, mama, próstata y páncreas. En España se exceden las recomendaciones del a SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria).
- El pescado se puede sustituir por la carne. Aporta proteínas, grasas insata
uradas, vitaminas A, B12, D y E y minerales (fósforo, yodo, sodio, calcio…). También podemos consumir huevo, que es un alimento muy completo, ya que nos aporta proteínas, grasas, vitamina A, D y B y minerales. Se recomienda no más de 3 a la semana.
- Aumentar el consumo de legumbres, pero acompañados de verduras, no de grasas. Aportan proteínas de origen vegetal, fibra, vitaminas del grupo B y hierro aunque se absorbe peor que el de las carnes. Acompañarlas con cereales, por ejemplo el arroz, para conseguir una proteína de gran calidad.
- No abusar del azúcar y los productos que lo contienen. Son ricos en grasas y carbohidratos. El cáncer es un devorador de azúcar y lo necesita para sobrevivir. (para profundizar, ver artículo: Sustitutos naturales del azúcar)
- Evitar aceites que no sean Aceite de Oliva Virgen y mejor si es Extra (AOVE). Por sus compuestos fenólicos, ayuda a disminuir los niveles de determinados oncogenes. Además mejora la circulación y la oxigenación de los tejidos, protegiendo las arterias, ayuda a bajar el colesterol y reduce los niveles de azúcar en sangre. El aceite de maíz o de girasol son malos para freír porque enseguida se intoxican. (más información en Aceite de oliva virgen extra)
- Intentar evitar la obesidad. Hay que mantener un peso saludable pues en la mujer la obesidad y el sobrepeso está relacionada con el cáncer endometrial y de mama (en mujeres postmenopáusicas) y en el varón, con el cáncer intestinal.
- Evitar o reducir el consumo de alcohol. Hay un gran consenso científico en la asociación que hay entre beber alcohol y varios tipos de cáncer. Un excesivo consumo de alcohol en las mujeres tiene un 12% más de probabilidad de desarrollar cáncer del tracto respiratorio, gastrointestinal, hepático, colon o de mama que una persona abstemia. Los últimos estudios están rompiendo con que 2 copitas de vino en el hombre y 1 en la mujer son saludables. La ciencia insiste en que el alcohol incrementa el riesgo de cáncer y a más dosis, mayor riesgo, no existe una dosis mínima de seguridad . Además, favorece el efecto carcinógeno de otros factores de riesgo como, por ejemplo, el tabaco y factores dietéticos.
- Vino tinto. El vino tinto, así como las frambuesas, arándanos, moras, cacahuates y algunas otras plantas, contiene resveratrol, un compuesto químico que se relaciona con una disminución del riesgo de cáncer. El vino tinto contiene entre 0,2 y 5,8 mg/l, según la variedad de uva, pero el vino blanco tiene mucho menos, porque el vino tinto se fermenta con las pieles de la uva, permitiendo que el vino extraiga el resveratrol, mientras que el vino blanco se fermenta después de que la piel se ha eliminado. Existe una fuerte evidencia sobre la acción anticancerígena del resveratrol en tumores que pueden estar en contacto directo con el compuesto, como los de piel y tumores del tracto gastrointestinal. Para otros tipos de cáncer, la evidencia es incierta, incluso si se utilizan dosis altas de resveratrol. El tratamiento con resveratrol aparenta la prevención del desarrollo de tumores en la mama en modelos animales; sin embargo, no tuvo efecto sobre el crecimiento de tumores ya existentes. Continúan las investigaciones. (Resveratrol: A Review of Pre-clinical Studies for Human Cancer Prevention)
- Dejar de fumar. Entre el 25% y el 30% de todas las muertes por cáncer en países desarrollados están relacionadas con el tabaco. También se relaciona con enfermedades pulmonares, cardíacas y cerebrales.
- Limitar el consumo de alimentos ahumados y salazonados. Conservas y snacks con alto contenido en sal. El abuso de ahumados se ha asociado a tumores del aparato digestivo, de estómago. Se ha visto que en Japón o en sociedades orientales que comen muchos ahumados hay más casos detectados de estos tumores.
No olvidemos que un cambio de alimentación puede reducir la incidencia global de cáncer entre un 30% y un 40 %, según indica una investigación realizado por la organización Breastcancer.org. Se recomienda consumir alimentos frescos y de temporada, que no hayan sido procesados. En general, todos los vegetales, y en particular:
- El brócoli: por contener un agente quimio-protector contra el cáncer, el sulforafano, junto a los isotiocianatos, que detienen los procesos de multiplicación celular.
- El tomate: por el alto poder antioxidante del licopeno, que evita que los procesos de degeneración celular deriven en cáncer. Mejor maduros, contienen más licopeno.
- La zanahoria: porque estimula las defensas sobre todo si las tomamos crudas.
- Los cítricos: porque son ricas en polifenoles, flavonoides, betacarotenos y vitamina C. Según un estudio de la Universidad de Ruhr-Bochum, en Alemania, se ha demostrado que los terpenos, principal componente de los aceites esenciales de algunas plantas y flores, como los limoneros o naranjos, pueden inhibir el crecimiento de distintas células cancerígenas.
- Las fresas: por sus antioxidantes, compuestos químicos que bloquean la actividad de otros compuestos, como los radicales libres o agentes que pueden provocar daños en las células sanas. Pueden retardar el crecimiento de las células que causan varios tipos de cáncer. (Instituto Americano para la Investigación del Cáncer).
- El ajo y cebolla: hay estudios que indican que su consumo puede disminuir el riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer. Tienen efectos antibacteriales, contienen alicina, un compuesto rico en azufre que ayuda al hígado a eliminar las toxinas que se acumulan en la sangre.
- La granada: cada día se investigan más las propiedades de la granada, que algunos califican como una de las frutas del paraíso. Potente antioxidante y antiinflamatoria, es rica en ácido cítrico ácido málico, taninos, flavonoides y polifenoles (elagitaninos). Uno de sus componentes activos es el ácido punícico (un ácido graso insaturado omega-5) que resulta ser un inhibidor de del cáncer de mama.
- La manzana: Varios estudios publicados por la Universidad de Cornell, en EEUU más los investigadores del Instituto Mario Negri de Milán refuerzan los que todos sabemos ya: “una manzana al día mantiene al médico alejado”. Una manzana con piel (bien lavada) al día reduce la posibilidad de desarrollar tumores. Rica en flavonoides y polifenoles, inhiben una grave inflamación de las células del cáncer de pecho. Las más ricas en sustancias anticancerígenas son las rojas sin lugar a dudas. Le siguen las Fuji, las Jonagold y las Reineta.
- La cúrcuma: es una planta que se utiliza en medicina oriental desde hace años. El listado de las actividades anticancerígenas frente a las células tumorales es enorme, por lo que se debería utilizar en todas las comidas. Mejora su efecto antiinflamatorio, antimicrobiano, antitrombótico etc combinado con pimienta negra. La curcumina es activa contra la leucemia, el cáncer gastrointestinal, cáncer genitourinario, cáncer de mama, cáncer de ovario, cabeza y cuello, cáncer de pulmón, melanoma, cáncer neurológico y el sarcoma. (Curcumin: from ancient medicine to current clinical trials. Department of Cancer Biology, Wake Forest University School of Medicine, Winston-Salem, USA).
- Especias aromáticas: Tienen capacidad anti inflamatoria, mejoran la sensibilidad a la insulina, controlan el exceso de peso y son anticancerígenas pues disminuyen las enfermedades asociadas a la inflamación crónica causante de acelerar la enfermedad cardiovascular, diabetes, aterosclerosis, cáncer y las enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer. Las más conocidas son: la cúrcuma, jengibre, curry, romero, chile rojo, cardamomo, clavo, comino, cilantro, albahaca perejil etc
- Té verde: Se ha demostrado en estudios de laboratorio y en estudios con animales que los polifenoles del té también inhiben la proliferación celular en los tumores y causan apoptosis (muerte celular) , que las catequinas del té inhiben la angiogénesis (crecimiento de vasos sanguíneos) y el grado de invasión de las células del tumor. Además se ha demostrado que el té verde activa enzimas encargadas de procesos de desintoxicación, pero los indicios científicos acerca de los beneficios potenciales del consumo de té en relación con el cáncer son inconcluyentes, no hay una evidencia determinante. (Instituto Nacional del Cáncer). Como señala el doctor James Cardelli, del Centro de cáncer Feist-Weiller, “Creemos que el uso de los polifenoles del té por sí solos o en combinación con otros componente, actualmente usados para los tratamientos de cáncer, deberían ser explorados desde una perspectiva que prevenga la evolución del cáncer y su recurrencia”.
- El aguacate: contiene una amplia variedad de nutrientes, incluyendo 20 vitaminas y minerales. Tiene un alto contenido en ácido oleico, que ha sido relacionado con una reducción en la inflamación y que tiene efectos positivos en los genes relacionados con la lucha contra el cáncer. Es muy conocido es su capacidad de prevenir el cáncer de próstata, por lo que recomiendan que los hombres consuman aguacate a partir de los 45-50.
Por otra parte, el equipo de Pablo Spagnuolo, de la Universidad de Waterloo (Canadá) ha descubierto que un lípido presente en los aguacates, combate la leucemia mieloide aguda. Ha creado el compuesto Avocatin B, diseñado para dirigirse a las células madres originarias del cáncer. - Los frutos rojos: ricas en ácido elágico, que elimina toxinas y previene del crecimiento del tumor, inhibe el crecimiento de diferentes células cancerígenas y protege contra el daño del ADN.
- Las setas: muy ricas en selenio, tienen propiedades anticancerígenas. Combaten la fatiga y estimulan el sistema inmunitario pudiendo controlar el crecimiento del tumor o metástasis. Las maitake son la de mayor poder antitumoral. Y el champiñón, el que más antioxidantes tiene. Destaca por su contenido en sustancias inhibidoras de las las aromatasas, una enzima que se relaciona con el cáncer de mama. Además suavizan los efectos de los tratamientos de quimioterapia, como son el cansancio, los vómitos, el dolor, la falta de aire… (Asociación de Oncología Integrativa)
- Aloe Vera: de extraordinarias cualidades por sus componentes bioquímicos. Tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas, con efecto cicatrizante, disminuye la acidez gástrica, gran capacidad antimicobiana y antivírica y refuerza el sistema inmunológico.
- Acidos grasos Omega 3: tiene un efecto preventivo contra el cáncer. Pueden llegar a reducir la inflamación asociada al tumor y mejora la res
puesta a la quimioterapia. Se encuentra en el pescado azul y algunos frutos secos.
- Semillas del lino: llamada también linaza. Contiene abundante ácidos graso omega-3, fibra y un compuesto que se llama lignina.” Los lignanos pueden proteger contra el cáncer mediante el metabolismo de los estrógenos, la inhibición de la angiogénesis y la inducción de autodestrucción de las células cancerosas. El riesgo de cáncer de mama en las mujeres premenopáusicas con elevado consumo de lignanos es un 44% menor.” (Dr. Jaime Fábregas Casal, Doctor en biología y Catedrático de Microbiología en la Universidad de Santiago de Compostela).
Todas estas recomendaciones dietéticas deberán ir acompañadas de unos hábitos de vida saludables y el seguimiento de un profesional.
Una dieta adecuada debe ir siempre acompañada de ejercicio físico diario.
Después de un cáncer de mama, se recomienda un cambio brusco de estilo de vida como la actividad física (10 minutos al día o 14 kilómetros a la semana), un control del peso, incrementar el consumo de frutas y verduras y una reducción de la ingesta de grasas saturadas en la dieta .
Técnicas culinarias saludables.
Cocinar al horno, al vapor, en wok, a la plancha y evitar fritos y rebozados. Facilita la pérdida de peso y reduce la glucosa en sangre. Cocinar a altas temperaturas produce inflamación y la inflamación crónica está directamente relacionada con el cáncer. Por otra parte, acelera la glicación, que es la unión de azúcares y proteínas responsable del envejecimiento. (Dr. Jaime Fábregas – Nutrición y cáncer de mama)
Cada día surge un nuevo descubrimiento que conecta aún más la alimentación y cáncer. Estamos dispuestos a todo con tal de disfrutar de una mejor vida, de más calidad.
Más información:
- Guía para prevenir el cáncer hereditario, Centro de investigación del cáncer.
- Instituto Nacional del Cáncer.
- Asociación Española contra el Cáncer.
- Sociedad Española de dietética y Ciencias de la Alimentación.
- ¿Una alimentación sana puede prevenir el cáncer? Consuelo Boticario Boticario, Dra en Farmacia.
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