Hoy me gustaría hacer una defensa a ultranza de la congelación de alimentos. ¡Sí a los alimentos congelados! Defiendo esta técnica a ultranza. De hecho, utilizo en muchas de las recetas que hay en el blog los alimentos congelados, (como el helado de fruta congelada, patatas con bacalao etc) totalmente seguros y ricos en nutrientes sin que la calidad se vea afectada.
Aunque nos sorprenda, la congelación es un método para preservar el valor nutricional de los alimentos (también las verduras y LAS FRUTAS!, para sorpresa de muchos, yo incluida).
Desde tiempos remotos se han conservado los alimentos, pero gracias a las nuevas tecnologías se hace mucho más fácil la compra y la preparación.
En realidad, fue todo un avance para la seguridad alimentaria y un adelanto para hacernos la vida más fácil. Gracias a la congelación, conseguimos comer de manera más saludable y variada en distintas épocas del año. Eso no quiere decir que los alimentos de temporada no sean los más aconsejables para consumir siempre que nos sea posible, pero ante una prisa, o imposibilidad de adquirirlos, podemos recurrir perfectamente a los congelados.
¡SÍ A LOS ALIMENTOS CONGELADOS!
Si las frutas y verduras se congelan en condiciones óptimas poco después de ser cosechadas, pueden presentar incluso mejores cualidades nutritivas que las ‘frescas’. Sí, lo que estáis leyendo.
Los productos cosechados tardan días en ser seleccionados, transportados y distribuidos a los comercios. Durante este tiempo, los alimentos pueden perder progresivamente vitaminas y minerales.
Las verduras verdes pueden perder hasta un 15% de su contenido de vitamina C al día si se almacenan a temperatura ambiente. Así que el consumo de vegetales frescos tiene también sus limitaciones temporales, y tomamos nota de eso.
La congelación en uno de esos procesos de transformación de alimentos que puede ser muy útil para disponer con más facilidad de comida saludable.
Me parece una opción interesante para incluir aquellos alimentos muy ricos nutricionalmente que no son de temporada, en el caso que se necesite algún alimento en concreto (por tener patología por ejemplo, una anemia) o consumir algún alimento fuera de temporada ej. arándanos, frutos rojos etc a un precio inferior que ese mismo alimento fresco.
Además, supone una forma muy cómoda de conservar aquella fruta que está a punto de sufrir alteraciones y no vamos a consumirla. Se puede trocear y congelar para consumir en el futuro o para hacer mermeladas, batidos, helados…
No olvides congelar solamente frutos muy frescos, recién recolectados, en su punto justo de maduración y sin que hayan sufrido ningún golpe o corte.
BENEFICIOS PARA EL CONSUMIDOR
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Fácil y rápido de utilizar,
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Descongelar y usar.
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Es barato.
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Disponer de variedad de verduras en el congelador.
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Máximo beneficio nutricional para la salud
Si os interesa el tema, no dejéis de leer este interesante artículo:
ttp://loquedicelacienciaparadelgazar.blogspot.com/2017/05/variacion-de-nutrientes-en-vegetales.html
Se encontró una asociación entre el almacenamiento refrigerado durante 5 días y una reducción de nutrientes. Además, el estudió reflejó que las muestras de los productos congelados tenían contenidos de nutrientes significativamente más altos que los refrigerados.
Por otra parte, la congelación puede dañar a algunos alimentos debido a que la formación de cristales de hielo rompe las membranas celulares. Así, el alimento queda menos crujiente o firme. Por eso, cuando la congelación se produce de manera muy rápida por debajo de los -18ºC (ultracongelación), los cristales de hielo que se forman son mucho más pequeños y se reduce notablemente el daño ocasionado sobre las membranas celulares. De este modo existe una menor pérdida de nutrientes.
Confiamos en que los comercios realizan este proceso adecuadamente para no ocasionar ninguna pérdida nutricional en el alimento.
Por eso decimos sí a los alimentos congelados: carnes, pescados, verduras e incluso fruta fresca. No sólo tendremos una gran disponibilidad de alimentos y variedad en cualquier época del año sino que su pérdida de nutrientes es mínima y tienen una forma rápida de cocinar realizando una descongelación óptima.
Para que los resultados posteriores a la congelación de verduras sean adecuados, hay
que anular la acción de las enzimas de los alimentos, por lo que se someten a un escaldado previo (en agua caliente de 1,5 a 4 min o con vapor de agua, de 2 a 5 min) llamado blanqueado. Se ha demostrado que las mejores cocciones de verduras son las que se hacen en el mínimo tiempo posible con la mínima cantidad de agua para evitar la pérdida de vitaminas y sales minerales.
¡¡¡Los alimentos congelados contiene más antioxidantes que los frescos!!!!
Además, no todos los alimentos se pueden congelar, tenemos unas excepciones: las verduras para ensaladas, las patatas, los champiñones, las bayas…
Es preferible y mucho más sano cocinar un plato de verdura congelada para cenar (lista en 5-10 minutos) que recurrir a comida rápida o productos ultraprocesados tipo pizza, croquetas, o cualquier plato elaborado. Sólo varía un poquito la textura y el sabor si lo comparamos con los frescos pero la calidad es la misma.
Desde aquí recomendamos elaborar platos para más personas y usar la técnica de congelación para disponer de platos variados más adelante.
Yo siempre cocino lentejas, garbanzos, guisos, pisto, hasta los bizcochos! para más personas. Cocino, enfrío (no dejes nunca al aire un alimento para que se enfríe, tápalo porque recibe todas las bacterias de la atmósfera), congelo y voy descongelando semanalmente. Tampoco vayas a dejarlos congelados durante meses. Cocina, congela y utiliza y así progresivamente.
Además de tener siempre a mano platos cocinados por tí, con ingredientes sanos que has decidido tú, es súper rápido descongelarlos. Hoy cocinas para varios días y el resto descansas y aprovechas el tiempo. GANARÁS TIEMPO Y SALUD.
Fuentes:
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