Ya sabéis que no soy muy golosa pero de vez en cuando no descarto una tostadita con mermelada de fresa. Sin duda alguna las comerciales no me gustan nada porque están repletas de azúcar y me empalagan muchísimo. Por eso si quiero tomar de vez en cuando algo dulce, opto por hacerla yo, que elijo la fruta y le doy el dulzor que me gusta a mi, ni mucho ni poco. Una mermelada sin azúcar más sana, sin pesadez de estómago y sin ese ardor típico que produce el azúcar.
Si utilizamos fruta de temporada, mejor escoger piezas maduras, que serán más dulces y eso nos llevará a tener que endulzarlas menos luego. También podéis congelarlas, que es algo que he aprendido estudiando Dietética con mis profesores. Partís la fruta a trocitos y directamente las guardáis envasadas en el congelador. Así podéis tener fruta fresca el resto del año sin perder ninguna de sus propiedades. Pero si vais con prisa, también podéis utilizar fruta congelada, de esas bolsitas que venden en los supermercados. Salen unas confituras muy buenas, y también os vales para añadirlas a yogur, a leche para hacer batidos, a las ensaladas etc.
Es muy sencilla de hacer. Le añadimos semillas de chía para espesar. Seguid los pasos y disfrutaréis de mermelada casera, de distintas frutas, por mucho tiempo.
INGREDIENTES: (Para un tarro mediano)
- 400 gr de fruta (he escogido mitad fresas y mitad frutas del bosque. Yo usé congeladas)
- Crema de dátil (al gusto, pero mín 10-12 dátiles triturados)
- 20 gr semillas de chia
- Un chorrito extracto de vainilla (opcional)
ELABORACIÓN:
- Ponemos a descongelar la frutas unas horas. Si utilizamos fruta fresca, pelamos la fruta, cortamos en trocitos y nos vamos al paso 2.
- Calentamos en una cazuela la fruta y subimos el fuego hasta que hierva. Reducimos el calor y cocemos unos minutos más.
- Pasamos a una batidora para triturarla (dejar con trocitos si os gusta más) o batimos bien para dejar una crema más fina. Añadimos la crema de dátiles y mezclamos bien. Prueba si está a tu gusto de dulzor, sino añade más cantidad.
- Añadir las semillas de chia y removemos bien unos 10 minutos para conseguir la textura deseada con la chía (formará un gel que le dará la consistencia de mermelada al enfriarse)
- Incorporamos la vainilla, removemos poco a poco bien y apagamos el fuego.
Se conserva perfectamente bien en botes de cristal en la nevera unos 4-5 días y también podéis congelarla si la queréis disfrutar en otro momento o incluso rellenar varios botes.
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