Pocas personas se resisten a las legumbres. Casi siempre se tiene preferencias por unas u otras, suelen gustar. Yo especialmente son adicta a los garbanzos, me chiflan. En cambio las alubias nunca han sido. Mi madre las compraba pequeñitas para que me las comiera mejor y sí, la verdad es que al final conseguía que me las comiera con más gusto. Y es que si son muy grandes y se descascarillan mucho, me da una especie de repelús ( sí, así de rarita soy jeje).
Cuando fui a la feria de Biocultura vi en un puesto un montón de legumbres a granel y éstas captaron mi interés por su color. ¿A que son muy originales? Le pregunté a la dueña y me dijo que eran una variedad muy poco conocida aquí en el sur pero ellos eran de León y las traían con frecuencia de Asturias. Me las recomendó porque eran muy cremosas y sabrosas, muy finas. Y claro, también muy caras!! pero me animé a probarlas (150 gr no te sacan ni de rico ni de pobre, pensé). De ahí los del título de estrella michelín jajajaja.
Pues las hice estos días y la verdad es que me sorprendieron, me encantaron. Con ese sabor a marisco suave, me quedó un plato súper agradable y especial. He leído que las suelen hacer con almejas e incluso navajas, pero como suelo consumir langostinos o gambas para paellas, fideos y saltos, hice las verdinas con langostinos. Todo un éxito! Hasta me encantaron a mi!! Probadlas porque se nota la diferencia.
Esta receta la podéis hacer igualmente con fabes o alubias blancas. Ahora es cuento un poquito de la historia de estas legumbres tan especiales. Las verdinas son una variedad de legumbre que se produce en Asturias. Hemos averiguado en el blog http://blog.origenasturias.com que tienen ese color verde clarito, como veis en las fotos, debido a la gran cantidad de savia que contiene la planta y al momento exacto en el que se recolectan. Su producción es limitada y el trabajo para su recolección encarece su precio, quizás también por eso no están muy extendidas.
Hemos hecho un guiso de los de siempre, con ingredientes sencillos.
Ingredientes ( 2 personas):
- 150 gr de verdinas
- 8 langostinos
- vino blanco
- un diente de ajo
- un puerro
- medio pimiento rojo
- una zanahoria
- una cebolleta o media cebolla dulce
- laurel
- caldo de pescado o fumet.
Elaboración:
- Dejamos las verdinas en remojo en agua la noche anterior.
- Pelamos los langostinos y reservamos las cáscaras para el caldo.
- En una sartén, doramos el ajo y la cayena. Añadimos los langostinos y salteamos ligeramente. Reservar
- Para hacer el caldo: en una cacerola ponemos un poco de aceite de oliva y doramos las cáscaras de los langostinos, apretando bien para que suelten el jugo. Cuando las cáscaras tengan color rosado, añadimos un chorreón de vino y dejamos hervir. Añadimos ahora medio litro de agua, sal y una hoja de laurel y calentamos a fuego medio. Cuando rompa a hervir, lo mantenemos 5 minutos y retiramos del fuego. Reservamos el caldo.
- En una cacerola picamos el puerro, el ajo, la cebolleta, la zanahoria y el pimiento rojo y los pochamos todo hasta que esté tierno.
- Añadimos las verdinas escurridas y removemos. Incorporamos el caldo colado y el vino y dejamos cocer a fuego lento unas 2 horas o en la olla rápida 15 minutos, hasta que estén tiernas.
- Incorporar los langostinos y mover bien. Retirar del fuego y dejar reposar. Mucho mejor si las tomas de un día para otro.
- Si os gustan algo más espesa, tritura dos cucharadas de verdinas y añádelas al caldo.
Espero que os animéis a probarla, sencilla de hacer, muy sabrosas, y para quedar estupendamente.
Besitos y feliz día.
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