Ahora más que nunca necesitamos estar fuertes y mantener nuestro sistema inmunitario equilibrado. El sistema inmune es la principal barrera que tenemos para protegernos de las infecciones.
Saturada de leer tanto bulo como que el ajo ayuda a nuestras defensas, que si la miel, la jalea real etc, hoy os escribo para aclararos e informaros bien sobre nuestro objetivo: fortalecer defensas.
En realidad, son todo mensajes engañosos, un alimento sólo aislado no refuerza nada si tú no tienes ninguna deficiencia. No hay evidencia científica de la capacidad curativa de un alimento solo, aislado.
Nos confunden haciendo esa publicidad malintencionada, porque ningún alimento cura por sí mismo, es más bien una forma de marketing para vender (sobre todo suplementos) así que no os lo creáis. Eso que quede claro.
Nuestro objetivo es fortalecer defensas, así que vamos a hacer las cosas bien. No es sólo lo que comes bien, es lo que dejes de comer mal.
Es elegir correctamente porque el sistema inmunológico necesita un equilibrio de nutrientes y no sobrepasarse o quedarse cortos para no desequilibrarlo y llegar a enfermar. Debemos adaptar nuestra ingesta a las necesidades energéticas.
Para fortalecer nuestras defensas:
- Incorporar vegetales (verduras y hortalizas) a diario, alternando crudos en ensaladas con cocinados como salteados o guarniciones, pasteles salados…
- Cubrir las necesidades de vitaminas y minerales incluyendo una gran variedad de colores utilizando diferentes tipos de vegetales.
- Consume mínimo 3 piezas de fruta al día.
- Combina diferentes tipos de proteínas: de origen animal (carne, lácteos, huevos, pescado) y de origen vegetal (legumbres, soja, tofu, seitán…)
- Elige grasas saludables: frutos secos, aguacate, pescado azul, aceite de oliva virgen…
Comer bien es comer más vegetales y frutas, cereales integrales (en lugar de pan blanco, arroz refinado o cereales con azúcar), legumbres, grasas saludables (aceite de oliva, aguacate), (alimentos probióticos como yogur, kéfir) y proteínas magras.
Y para que todo eso haga buen efecto en nuestro organismo
DEBEMOS REDUCIR LA INGESTA DE:
Grasas Trans: que se encuentran en los ultraprocesados (snacks, patatas fitas), azúcares añadidos (zumos, bebidas azucaradas, bollería, dulces, postres azucarados), grasas saturadas (carnes rojas, embutidos) y productos con mucha sal (snacks).
Así disminuyes las defensas y provocas inflamación en el organismo.
De nada sirve que desayunes pan integral y copos de avena cuando para almorzar te colocas tu cerveza, unas salchichas, picoteas con patatas fritas y cenas una pizza. Así cada dos por tres vas mal, muy mal. Las dietas ricas en grasa saturadas reducen la respuesta inmunológica, aumentando el riesgo de infecciones, así que STOP GRASAS TRANS.
La EFSA (la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) reconoce que algunas vitaminas o minerales (cobre, folato, hierro, selenio, zinc o vitaminas A, B6, B12, C y D) participan en el funcionamiento del sistema inmunitario. Eso no quiere decir que te atiborres a tomar vitamina C para mejorar tu sistema inmunitario. No funciona así. Sólo lo mejorará si tiene carencias serias de esa vitamina.
Cada vez tenemos más claro que nuestra salud está condicionada directamente por nuestra alimentación, pero todavía encontramos personas que siguen sin creer que muchas muertes podrían evitarse siguiendo un estilo de vida saludable, es decir, buena alimentación, 0 tabaco y práctica de ejercicio físico.
Una dieta equilibrada refuerza el sistema inmunológico, sí, es cierto. Una carga excesiva de energía (calorías) afecta a la capacidad del sistema inmunológico de combatir infecciones, por eso la obesidad está relacionada con numerosas enfermedades y alta frecuencia de infecciones.
Otros factores que influyen mucho en la inmunidad y en fortalecer las defensas son una buena higiene, evitar el alcoholismo o el sedentarismo, controlar el estrés, dormir lo suficiente y seguir una dieta sana.
Hay muchos mitos y leyendas sobre los alimentos. No olvidemos que la alimentación saludable no es cuestión de fijarse en un nutriente aislado o un alimento concreto, sino en el conjunto de la dieta. Uno sólo no va a compensar unos buenos hábitos saludables.
No te faltarán nutrientes si comes sano pero ¿te sobra comida basura? piénsalo.
¡Buenos hábitos de vida para tener una salud a tope!
FUENTES:
Nutrición y sistema inmunitario:
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