Si hay algo que adoro es el queso. Me encantan todos los tipos de quesos y es algo a lo que por ahora no pienso renunciar. Pero ya que hablamos de mi manjar favorito, vamos también a ver cuál tiene más materia grasa, cuál se adapta mejor a ciertas comidas y cuál es más saludable. Recuerda que podemos comer de todo, no soy nada restrictiva con el tema de obsesionarse con las calorías, simplemente hay que escoger una ración adecuada a tus necesidades y organismo. No todo vale, eso es verdad porque no es de consumo diario.
Según su maduración, la proporción de grasas y proteínas va cambiando porque va perdiendo agua en su evaporación. Obviamente, con el aumento de grasa y tiempo de maduración, aumenta el sabor del queso. Hay que priorizar los bajos en grasa para una dieta saludable, pero vamos a verlos todos para elegir correctamente.
TIPOS DE QUESOS SEGÚN SU MATERIA GRASA.
- Quesos extragrasos: por encima del 60% de materia grasa: en general los de cabra.
- Quesos grasos: tienen más del 30% de materia grasa: queso curado o seco, manchego, gruyere, gorgonzola, roquefort, de cabrales, idiazábal, de tetilla y algunos crema para untar.
- Quesos semigrasos: tienen entre el 25-30% de materia grasa: queso azul, parmesano, rulo de cabra, brie.
- Quesos semidesnatados: entre el 10-25% de materia grasa: mozarella, camembert, queso de bola, cheddar, queso fresco.
- Quesos desnatados: con contenido inferior al 10% de materia grasa: blandos, magros, bajos en grasa, queso fresco batido, requesón, cottage, ricotta, petit suise, de untar desnatado.
Y también tenemos que vigilar la cantidad de sal, pues más del 1,25% de sal ya sería excesivo. Poned atención a las etiquetas. Se recomienda tomar menos de 5g de sal al día (o 2g de sodio).
Si queremos cuidarnos bien, los quesos con más grasa se deben consumir en menores proporciones. Si queremos tomar un queso con más sabor, otra textura y más graso, simplemente tomamos menos cantidad, no hace falta renunciar (siempre dentro de una dieta equilibrada y estando sanos). La idea es sustituir 3 trocitos de queso fresco (10% grasa) por un trocito pequeño de queso curado, graso (30%) o por otro tipo de queso que prefieras. Juega con las porciones.
A la hora de cocinar, podemos hacer uso de diferentes tipos de quesos para dar jugosidad e intensidad a nuestros platos. Por ejemplo, para ensaladas de brotes verdes podemos utilizar queso fresco batido el tipo cottage. La ricotta o el requesón puedes usarlo en las tostadas como base, en la lasaña, canelones, con fruta etc. Y el crema de untar te vendrá perfectamente para dar mas consistencia a las cremas de verduras, para untar tostas, postres, salsas para pasta, pollo en salsa cremosa, etc. Mozarella para pizzas y pastas.
En cuanto a los quesos rallados, los que vienen en bolsas, hay que poner atención a la etiqueta porque no todos son quesos. Lo ideal es que incluya leche, cuajo y fermentos lácticos. Ya tienes garantizado que estás comprando queso de verdad. Pero observa la lista de ingredientes porque a veces incluyen otros ingredientes, tipo mantequilla, almidón, fécula, proteínas vegetales… que los utilizan como aglutinante, para compactar, y aumentar su sabor, pero no tienen un buen perfil nutricional.
Pues ya tenéis un poquito más claro qué tipos de quesos hay, cuál elegir en qué momento y disfrutarlo en todas sus posibilidades.
Cuidaos muchos y mil besitos quesunos.
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